Desde la Juventud Comunista no nos posicionamos de forma acrítica detrás de las tractoradas que asoman estos días, fetichizando las protestas por su supuesta defensa del campo.
Estas concentraciones fagocitadas por la extrema derecha, están copadas por terratenientes y empresarios agrícolas que bajo el manto de lo rural pretenden hacerse dignos representantes de la realidad de la clase trabajadora rural del Estado español.
El porcentaje de explotaciones agrarias se ha reducido en las últimas décadas, mientras han aumentado su concentración en grandes extensiones en manos de la clase extractivista rural. Esta realidad evidencia que las explotaciones familiares son una minoría mientras los grandes propietarios aumentan sus beneficios y tienen a las trabajadoras explotadas, destacando el régimen de semiesclavitud con el que emplean a personas migrantes, amparados por los tratados de libre comercio de la Unión Europea.
Del mismo modo, la sionista Von der Leyen ha aprovechado este movimiento para retirar la implementación del reglamento para el uso sostenible de plaguicidas, lo cual perjudica al medio ambiente y la salud de la clase trabajadora. Esta nueva cesión delante de la clase terratenientes negacionistas climáticos, evidencia una vez más la falta de compromiso de la UE en la lucha contra la crisis ecosocial.
Frente a posicionamientos seguidistas y la defensa de los intereses de la clase rural extractivista, la Juventud Comunista reclama la emancipación del campesinado delante de la burguesía rural.