Este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, alzamos la voz una vez más para denunciar la opresión estructural que sufren las mujeres del mundo bajo un sistema patriarcal y capitalista que perpetúa la desigualdad y la violencia.
En España, los datos son alarmantes: las cifras de mujeres asesinadas, agredidas y violentadas física, psicológica y sexualmente no son solo números, son el testimonio de un sistema que impide su protección. Aunque detrás de cada estadística hay una vida truncada, una historia de lucha y una sociedad que debe reaccionar.
El patriarcado y el capitalismo son dos caras de la misma moneda. Este sistema económico no solo explota nuestra fuerza de trabajo, sino que también reproduce las opresiones de género. Las mujeres trabajadoras soportan jornadas dobles, precariedad laboral, discriminación salarial y, además, se enfrentan a una violencia estructural que atraviesa todos los aspectos de su vida.
La impunidad de este sistema de opresión se mantiene a través de nuestro silencio, son incontables los mecanismos de regulación que el capital desarrolla para mantenernos sumisas, para mantenernos asustadas, calladas y esto es porque tiene miedo, no hay cosa a la que más tema que a la rabia organizada.
Por ello, desde la Unión de Juventudes Comunistas de España, declaramos:
- Nuestra solidaridad con todas las víctimas de violencia machista. Hoy, recordamos a las que ya no están, a las que resisten día a día, y a las que luchan por una vida digna y libre de violencia.
- Nuestra denuncia al Estado por su inacción. Las políticas públicas han sido insuficientes y, en muchos casos, ineficaces. Exigimos medidas reales que aborden las raíces estructurales de la violencia de género, no simples parches mediáticos.
- La necesidad de conseguir condiciones dignas de vida para todas las trabajadoras, especialmente para aquellas que realizan los trabajos más precarizados como las mujeres migrantes que de forma sistemática realizan trabajos de cuidados que sostienen el modelo capitalista.
- La necesidad de educación feminista. Es fundamental incluir una educación en igualdad, que combata el machismo y desmonte los estereotipos de género desde las aulas y en todos los espacios de socialización.
- La lucha por una justicia feminista. Exigimos una reforma profunda del sistema judicial para que deje de revictimizar a las mujeres y tome en serio las denuncias por violencia de género. Basta de sentencias que protegen a los agresores y criminalizan a las víctimas.
- Un llamado a la organización y movilización de la juventud. La lucha contra la violencia machista no puede quedarse en palabras. Debemos salir a las calles, exigir cambios, organizarnos en nuestros centros de estudio, trabajo y barrios para combatir esta lacra desde la raíz.
Este 25N y todos los días, la lucha continúa
No habrá una sociedad justa mientras las mujeres sigan siendo asesinadas, mientras la violencia machista siga normalizándose, mientras el sistema siga priorizando las ganancias de unos pocos sobre las vidas de la mayoría. No descansaremos hasta construir un mundo libre de violencia, explotación y opresión.
Por las que ya no están, por las que resisten y por las que vendrán, luchemos juntas, luchemos organizadas, luchemos por el socialismo y por el feminismo.
¡Contra la violencia machista y el sistema que la sostiene, organización y lucha!