La ola reaccionaria de los últimos años ha puesto en evidencia la difícil situación que atraviesa el colectivo LGTBI, y muy especialmente las personas trans.
En 2018, la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar la identidad de las personas trans como un trastorno mental. En el Estado español, también se han producido avances en los últimos lustros, especialmente con la aprobación de la «Ley Trans» en el 2023, que contó con la participación de camaradas del PCE. Esta ley, que garantiza nuevos derechos para las personas trans, contó con la oposición de la derecha antifeminista y anti lgtbi, pero también la de sectores del PSOE que asumen un feminismo interclasista y transexcluyente. Del mismo modo, la justicia burguesa ha tratado de conspirar contra la ley mientras que los medios de comunicación de la clase dominante desinforman sobre ella.
Frente a esta reacción, la Juventud Comunista tiene la obligación de tender la mano a todas las personas trans y no titubear en la defensa de sus derechos, que son derechos para la clase trabajadora.
Por ello, debemos reconocer que pese a los pequeños e innegables avances de la Ley Trans en favor de la igualación de derechos, todavía falta mucho que avanzar desde el punto de vista jurídico. Del mismo modo, la lucha por los derechos trans se debe dar también, y principalmente, en las calles, siendo conscientes de que solo bajo el socialismo se puede garantizar una vida digna y en libertad para todas las personas trans mediante la abolición del género, la familia y la propiedad privada.
Por ello, desde la Juventud Comunista seguiremos luchando con nuestras camaradas trans para acabar con todas las instituciones y relaciones de clase que definen la opresión del proletariado y la violencia que desde el Estado se ejerce contra las personas trans.
¡La UJCE sigue construyendo socialismo para las vidas trans!