De nuevo, este Primero de Mayo, Día Internacional de la Clase Trabajadora, se enmarca en un contexto de escalada bélica muy preocupante para los intereses de nuestra clase. Las potencias imperialistas refuerzan sus gastos militares a través del aumento de las partidas presupuestarias dedicadas a defensa. Mientras tanto, estamos viendo en vivo como la entidad sionista y ocupante de Israel está perpetrando un genocidio contra el pueblo palestino con el beneplácito de los Estados Unidos y la Unión Europea.
Sin lugar a dudas, el aumento de la partidas presupuestaria de defensa, junto a las voces que quieren llevarnos a una economía de guerra, responden a un intento más del capital de preservar su hegemonía mundial, esta vez por medio de la escalada bélica. Esta apuesta belicista tendrá efectos devastadores para nuestra clase, dado que nos empobrecerá y pretende tener cada vez más dividido al proletariado internacional.
En este contexto, y tras la fuerte inflación de los últimos años, la pérdida relativa de poder adquisitivo que ha sufrido la clase trabajadora empeora nuestras vidas. En este sistema depredador, la juventud obrera sufre altas tasas de paro y condiciones laborales de sobreexplotación que se sostienen gracias al miedo que genera la inestabilidad y la fragilidad del empleo, las dificultades para emanciparnos y la baja afiliación sindical y organización política. Y es que el capitalismo es un sistema que se alimenta del miedo para mantenernos dóciles y no cuestionar sus intereses.
Por si fuera poco, los procesos de “uberización” de las relaciones laborales están golpeando de forma especialmente grave a la juventud. La economía digital ofrece nuevas formas sublimadas de «explotación encubierta» que se presentan como «autoexplotación» en el marco de la llamada cultura del esfuerzo.
No obstante, frente a estos abusos patronales están surgiendo nuevas formas de sindicalismo en torno a estos conflictos concretos, liderados en su mayoría por migrantes y jóvenes. Ellas y ellos nos marcan el camino con su espíritu de lucha y su voluntad de organización.
Desde la Juventud Comunista consideramos esencial denunciar este sistema fundamentado en la explotación y la mercantilización de nuestros cuerpos y de nuestras vidas vidas. Un sistema que incrementa sus ganancias a costa de nuestra juventud y que nos quiere baratas, desorganizadas e individualizadas.
Por ello, nuestra obligación histórica consiste en hacer colectivos y políticos todos los conflictos que sufre la juventud trabajadora de forma individualizada, personal y culpable. Solo desde la lucha unitaria, estratétiga y coordinada de la clase trabajadora, aprendiendo de los que nos precedieron, podremos levantar la alternativa que construya una sociedad sin explotación, una sociedad, en definitiva, socialista.
Este Primero de Mayo haremos frente a los discursos antisindicales que pretenden desarticular cualquier forma de autoorganización del movimiento obrero sindical. La ofensiva de la alianza entre reaccionarios y liberales se plasma también en los centros de trabajo, porque son conscientes del peligro que les supone el sindicalismo de clase en el mantenimiento de este sistema criminal. Por todo lo anterior, desde la UJCE hacemos un llamamiento a la juventud obrera a organizarse en los centros de trabajo, a fortalecer el sindicalismo de clase y a no resignarse frente a este sistema que nos explota y oprime.
Defender el derecho de huelga, los mecanismo de negociación colectiva y los derechos sindicales es prioritario para la Juventud Comunista. No obstante, este llamamiento a la organización sindical de la juventud debe ir acompañado indudablemente con una invitación a que la juventud obrera tome partido para avanzar posiciones, dado que la organización sindical por si sola no basta. La juventud obrera necesita de una Juventud Comunista fuerte y presente en todos los centros de trabajo. Un fortalecimiento de las filas de la UJCE y el PCE, para que nunca se pierda el sindicalismo de clase y combativo, porque no estamos dispuestas a aumentar su riqueza a costa de nuestra juventud.
Este primero de mayo, desde la UJCE llamamos a parti- cipar en las manifestaciones convocadas por CCOO y UGT para continuar conquistando derechos y avanzando hacia el socialismo.
¡Por la paz, contra la guerra y la OTAN!
¡Ningún recorte por la guerra!
¡Viva el 1º de Mayo!